Una de las características más destacadas de los gatos persas son sus caras chatas, sin embargo esta característica puede llegar a traer algunas consecuencias de salud para el gato, en especial si este no recibe los cuidados necesarios.
Al tener caras cortas estos gatos pueden llegar a lagrimear durante todo el día, acumulando una mayor cantidad de lagañas y pudiendo irritar su cara. Por ello es necesario constantemente revisar la cara del gato y mantenerla limpia en la medida de lo posible.
Otro problema es que al tener una nariz chata puede causar que el gato respire de forma ruidosa, detalle que puede dificultar detectar enfermedades respiratorias en el animal.
Al tener caras cortas estos gatos pueden llegar a lagrimear durante todo el día, acumulando una mayor cantidad de lagañas y pudiendo irritar su cara. Por ello es necesario constantemente revisar la cara del gato y mantenerla limpia en la medida de lo posible.
Otro problema es que al tener una nariz chata puede causar que el gato respire de forma ruidosa, detalle que puede dificultar detectar enfermedades respiratorias en el animal.
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